Empiezan los truenos, empieza la primera de las dos batallas, empieza uno de los días más pintorescos de la trilogía, de los que gusta a los festeros de verdad. Que añoranza no poder ver esta pugna al amanecer en la pura sierra de Mariola, que pena que las leyes sean tan rígidas y nos impidan ver algo tan peculiar y estético de cuantas fiestas de moros y cristianos se celebran. En fin...
A continuación, alguna muestra de la cruenta batalla por tomar la Villa, que salvo sorpresa, todo indica que los moros serán los que tomen ventaja al mediodía.
Hasta luego.